6/26/10

Parábola de la virgen provinciana y la virgen cosmopolita

Translation to English Below.


Esta parábola se encuentra disponible con la voz de Carlos Monsiváis, acompañada del flautista Horacio Franco en podcast en el servidor de la UNAM. Es una verdadera joya.


http://www.descargacultura.unam.mx/app1#


Parábola de la virgen provinciana y la virgen cosmopolita
Carlos Monsiváis


Una virgen provinciana viajó a la gran ciudad a despedirse de su proveedor anual de obras pías que creía tener una leve enfermedad. Mientras lo buscaba, una virgen cosmopolita se desconcertó ante su aspecto conventual y misericordioso. "¿Tú qué sabes hacer?", le preguntó con arrogancia. Tímida, la provinciana contestó: "Nunca tengo malos pensamientos, y sé hacer el bien, y me gusta consolar enfermos y..." La cosmopolita la miró de arriba abajo: "¿Y en cuántos idiomas te comunicas con los ángeles?" Reinó un silencio consternado. Animada por el éxito, prosiguió la feroz inquisidora: "¿Puedes resumirme tu idea del pecado en un aforismo brillante?" Tampoco hubo respuesta. Exaltada, segura de su mundano conocimiento de lo divino, gritó la virgen cosmopolita: "¡Que me parta un rayo si ésta no es la criatura más dejada de la mano de Dios que he conocido!" Se oyó un estruendo demoledor y a su término la virgen cosmopolita yacía en el suelo, partida literal y exactamente en seis porciones. Con un rezo entre dientes, la virgen provinciana se despidió con amabilidad de los restos simétricos, prometiéndose nunca desafiar, ni por broma, a cielo alguno.









Translation to English







El Nuevo Catecismo para Indios Remisos

Parable of the provincial and the cosmopolitan virgins
Carlos Monsivais
Translation: Antonieta Mercado


A virgin from the country side traveled to the big city to say her farewells to her yearly provider of pious deeds, who she believed was a bit ill. While she was looking for him, a cosmopolitan virgin got annoyed with the provincial virgin’s humble and merciful looks. What do you do? Asked the cosmopolitan arrogantly. Timid, the provincial virgin answered: “I never have bad thoughts, and I know how to do good deeds, I like to help the sick and…” The cosmopolitan virgin looked at her from head to toe saying: “and how many languages do you use to communicate with the angels?” There was a total silence. Encouraged by her success, the inquisitorial virgin continued: “Could you tell me your idea of sin in a brilliant aphorism?” There was no response either. Excited, proud of her worldly knowledge of divinity, the cosmopolitan virgin shouted: “I will be damned if this is not the most stupid creature that I have ever known!” After that there was lightening and thunder, and at the end, the cosmopolitan virgin was lying at the floor, torn to exactly six symmetrical pieces. Whispering a prayer, the provincial virgin kindly said good bye to the symmetrical remains of the other virgin, promising never to challenge the heavens, not even as a joke.



From the Catechism for Unwilling Indians



2 comments:

Anonymous said...

Antonieta, gracias por la versión en línea de este bello texto; debe decir "misericordioso" e "idiomas", creo.

Antonieta said...

¡Tienes razón! Una disculpa por los errores de dedo.