Estatua de Cortés en Medellín (Badajoz)
Ayer la estatua de Cortés en su natal pueblo Medellín en Extremadura, amaneció pintada de rojo. Junto a la estatua apareció un comunicado en donde los autores del hecho piden que se quite la cabeza de un indio que está debajo del pie izquierdo de Cortés. Esto, según el o los autores de la pinta, es porque la estatua es una afrenta ética y estética al mundo. Precisamente ayer cuando se enfrentaban España y México en un partido amistoso de futbol, y en conmemoración al bicentenario de la independencia de México, el grupo alude que la estatua es de mal gusto.
El comunicado encontrado junto a la estatua, de acuerdo a noticieros españoles, se refiere a esta como
"la glorificación cruel y arrogante del genocidio y un insulto al pueblo de México".
Curiosamente, algunos habitantes de la villa natal de Cortés, han protestado calificando el hecho como vandálico, han dicho que la cabeza que pisa Cortés no es la de un indio, sino la de "ídolos aztecas", y han dicho que harán una manifestación, ya que para ellos el grupo se ha excedido y ha hecho parecer a Cortés como un genocida, siendo que la estatua tiene ya 120 años y se hizo en conmemoración al aniversario de la muerte de Cortés en 1890.
Otros en diversos foros en Internet han dicho que no es justo calificar a Cortés de genocida, pues eso pasó hace ya mucho tiempo y los mexicanos deberían de olvidar esa historia de vencidos. Me pregunto si en cien años más se dirá lo mismo al pueblo judío sobre el Holocausto --"olvídenlo, pasó hace mucho tiempo" ---bueno, a decir verdad, esto ya se dice ahora.
Otros comentarios por allí, incluso dicen que fue el propio gobierno de México quien regaló la estatua a España (cosa desmentida, pues la estatua fue hecha en Barcelona por el escultor Eduardo Barrón, en 1889).
Yo desconocía la existencia de tal "monumento" pero ante los comentarios que he visto puedo creer que el asunto de la conquista y los conquistadores sigue siendo un hecho latente en España, así como nunca ha dejado de serlo en México (no he visto ningún comentario en México, ya que la noticia apenas se dió hoy en diarios mexicanos y supongo que en televisión también). Los comentarios han sido principalmente de españoles en portales de medios en España y mientras algunos (pocos) reconocen la arrogancia de la estatua, los más la justifican como histórica, como que "ya se les olvide", o como "no es genocida, sólo muestra a Cortés pisoteando los ídolos Aztecas, no a indios" (como lo dicen los vecinos del pueblo nativo de Cortés aquí : http://noticias.terra.es/2010/mundo/0811/actualidad/hernan-cortes-no-pisa-un-indio-sino-idolos-aztecas-afirman-los-vecinos.aspx
Hace un par de semanas, terminé una visita de más de un mes a varias ciudades en México (Guadalajara, DF, Toluca, Oaxaca, Puebla) coincidí con una amiga que nunca había visitado México y que no hablaba español. Al visitar la enésima iglesia en Oaxaca, me preguntó: "¿por qué la obsesión de los españoles de cristianizar a los indios? Simplemente no entiendo." Al buen observador en México le parecerá interesante también el proceso de mestizaje, las castas coloniales, y la violencia ejercida contra los pueblos del Anáhuac para borrar su historia (si señores, lo que llaman "idolos Aztecas" es parte de la historia antigua de México y está latente aún después de los 500 años de conquista).
Para un mexicano (o para los indoamericanos que fueron dominados por el poder español) no es una gracia histórica ni una conmemoración ver a Cortés pisoteando ya sea la cabeza de un indio, o la cabeza de un ídolo azteca (por lo menos no para los que seguimos indagando en los vestigios de nuestro pasado y contemplamos con pena todo lo que se destruyó en el nombre de la conquista, la cristianización y ahora mismo la modernización). Cada quien cuenta la historia como la vive. No es un consuelo que algunos habitantes del pueblo de Cortés digan que sólo pisotea a los ídolos, y que pintar la estatua es "una salvajada" ya que esto no es la prueba de ningún "genocidio."
Estas afirmaciones implican la total falta de respeto hacia la cultura y civilización mesoamericana, la total falta de conocimiento sobre la civilización del Anáhuac y un no tan callado orgullo de haber vencido y pisoteado de forma muy real y también simbólica lo que sigue siendo el pasado cultural del pueblo de México.
A pesar de que ya pasaron 200 años de la colonia, y justamente ahora celebramos el tan alegado bicentenario de la independencia de España, las secuelas coloniales se siguen sintiendo en México y América Latina. En México por ejemplo, los criollos cimentaron la nueva nación con base en estructuras de inequidad colonial, que siguen existiendo pese a las Leyes de Reforma, a la Revolución de 1910 y a la reciente transición a la democracia --esta última ha agudizado la división colonial y de castas en México de forma muy explícita.
Incluso, estas afirmaciones sobre "los ídolos aztecas" colocan a los españoles dentro de lo que ellos mismos llamaron "la gente de razón" la gente que adora a cristo y no a los "indios idólatras" que adoran a dioses paganos. Estableciendo con esto una jerarquía religiosa en la que el cristianismo equivale a la "civilización" y cualquier otra forma cultural o religiosa es equivalente a la "barbarie."
Esta clasificación y marcos de referencia facilitan la tolerancia y muy a menudo celebración y orgullo por un monumento tan chocante como el de Cortés pisoteando al mundo indígena del continente Americano, simbolizado por el pueblo Azteca, quienes dominaban al momento de la conquista, a gran parte del Anáhuac y cuya derrota inició la dominación colonial sobre los pueblos indígenas.
Es por eso que el acto de "vandalismo" hacia la estatua de Cortés puede verse desde distintos marcos de referencia: el uno, desde el pueblo vencedor, que llega a "civilizar" con el cristianismo a un pueblo "idólatra" visión que coloca a Cortés como un héroe, destructor de un mundo "incivilizado y bárbaro", listo para recibir la idea de cristo; o desde el punto de vista de los vencidos, un pueblo que fue víctima del saqueo no sólo económico, sino cosmogónico y cultural, en donde se hicieron todos los esfuerzos por borrar los vestigios culturales que existían para imponer durante la colonia una sociedad de castas, en donde los españoles estaban a la cabeza, y los indígenas eran la servidumbre.
Esta forma de organización social sigue aún muy viva, pues el establecimiento de México como país, se fundó en la premisa de que lo antiguo, lo prehispánico era "retrógrada" y lo español o europeo era "civilizado y moderno." Este es un debate que aún se escucha entre las élites en México, que buscan formas de "modernizar" el país, quitándole cualquier vestigio indígena que no sirva para vender el acceso a los monumentos históricos y piedras de museo. Los cuales siguen allí como testigos de un pasado milenario y desconocido para la mayoría de los descendientes del pueblo del Anáhuac.
Ante esto, la estatua de Cortés pisoteando al mundo indígena, sea cabeza de ídolo o de indio, sí es una afrenta al pasado histórico de México, pero es un orgullo para los que se consideran vencedores vivan en cualquier lado del Atlántico.
Esperaremos el debate ahora en México. Seguro estará matizado al igual que el de España.
1 comment:
Muchas gracias por el artículo. Yo me he enterado de la noticia esta mañana y parece mentira la cantidad de sandeces que están soltando los medios de comunicación.
A pesar de todo, espero que desde el otro lado del Atlántico tengan en cuenta que en el corazón del Imperio (la descolonización todavía esta en proceso) también existen personas que denunciamos este tipo de monumentos, que denunciamos la vergüenza de la celebración del 12 de octubre, que nos repugna la colonización interna y externa, y que pedimos respeto para todos los pueblos de la península ibérica y de américa latina.
Un abrazo desde Madrid (Castilla).
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