5/29/10

El País de Herodes por Pedro Miguel en El Chamuco


Esta mañana visitando la página de El Chamuco Virtual me encontré con este fantástico y a la vez deprimente poema de Pedro Miguel. Excelente. Aquí pongo la liga también, para los que deseen visitar la revista. Pedro Miguel captura en verso el terrible clima que impera en México como consecuencia de la prácticamente guerra civil en la que el presidente Calderón ha enfrascado al país, la llamada "Guerra contra el narcotráfico" que ya ha cobrado más de 23,000 vidas en tan sólo cuatro años. Tres veces más que la guerra sucia en Argentina durante la dictadura militar en los setentas, y siete veces más que los muertos durante la dictadura de Pinochet en Chile la cual duró más de quince años. Por lo menos ciertos aspectos de la libertad de expresión aún se conservan en la mal llamada "democracia mexicana", aunque no para todos, pues también esta guerra ha ocasionado la muerte de muchos periodistas y el autosilenciamiento de otros, así como de la complicidad o autocensura de académicos e intelectuales. Ojalá y disfruten el poema.


EL PAÍS DE HERODES
por Pedro Miguel


La prima de la esposa del pelele,
junto con otros socios codiciosos,
participa en negocios horrorosos
con un saldo fatal que cómo duele:
arden cincuenta niños todavía
en el recuerdo de la guardería.

Aparte de los muertos de Hermosillo
(Felipe los querría ya olvidados)
muchos otros se encuentran atrapados
en las garras inmundas de Gordillo.
“Pues den gracias —Lujambio los consuela— 
que alcanzaron lugar en una escuela”.

—¿ “Pizarrón digital”? ¿“Enciclomedia”?
Ya vayan superando esa añoranza:
aquello fue un engaño y una transa
en la escena anterior de esta comedia.
Aquí verán más bien, si abren los ojos,
escuelas con goteras y con piojos.

Qué maravilla de país tenemos,
que descuida y que mata a sus infantes:
si exceso de chavitos hubo antes
hoy, en números claros, habrá menos.
Los que quedan están en la picota
por los efectos de una guerra idiota.

Dieciséis estudiantes, quinceañeros
algunos, cuando fueron masacrados,
fueron póstumamente calumniados:
Calderón los tachó de pandilleros.
Permite que los maten, y resulta
que luego los difama y los insulta.

Igual pasó con esos excelentes
estudiantes del Tec de Monterrey:
los matan los soldados, pero un güey
los acusa, sin más, de delincuentes.
Por cierto: Gómez Mont, el leguleyo,
sigue sin explicar cómo fue aquello.

En la nación antaño diamantina,
mal tiempo están pasando los menores:
son víctimas de curas violadores
o bien un militar los asesina
y por si algo faltara en esta trama,
alguien puso a Paulette bajo la cama.

Recae en el copetes Peña Nieto
de ese episodio sórdido la carga.
Imaginen qué vida tan amarga
si llega a presidente tal sujeto:
tendríamos muertitos picarones
escondidos en mantas y colchones.

¿Y qué espera al menor que, pese a todo,
burla al sardo matón, al cura obseso,
de alguna guardería sale ileso,
sobrevive al plantel lleno de lodo?
Pues le falta pasar por una prueba
lóbrega, peligrosa y que da hueva:

Si desean borrarle la sonrisa,
la inteligencia, el brillo en la mirada,
sométanlo a tortura desalmada
con la programación de Televisa
y en un rato estará babeante, lelo
y más descerebrado que Chabelo.

Ínflenlo de Mundet y Coca Cola,
“nútranlo” con Pan Bimbo y Sabritones,
denle a tragar Gansitos a montones,
que pronto lo tendrán hecho una bola
y todo un clon (ya lo verán ustedes)
de Agustín Carstens y Beatriz Paredes.

—¿Y qué destino cabe al pobre extremo,
al que no tiene acceso ni a la tele?
—Caray, que se entretenga y se consuele
con piedra, con cannabis o con chemo:
la autoridad se encargará que sobre
cemento para darle al niño pobre.

Espurio: si has llevado a tu gobierno,
junto con oligarcas y maleantes,
a vasta destrucción de los infantes
y a pediátrica dosis del Infierno,
ya que maltratas niños y los jodes,
bautízate Felipe Calderodes.


http://www.elchamuco.com.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=58&Itemid=63






5/25/10

Planet devoured by its star/ Galactic Poetry

Hubble space telescope captures a star eating a planet

According to reports from the BBC, the planet Wasp-12b, may only have another 10 million years left before is devoured by its star. Wasp-12b is located 600 light years away, in the Auriga constellation. 
In this planet eaten by its star, we witnessed how even the universe has its own poetic license. Be aware of the star you want to be nearby, you may end up as Wasp-12b. 

¡Poesía Galáctica!

5/8/10

Los resultados del Plan Colombia, el futuro del Plan Mérida.


Este artículo de Raúl Zibechi aparecido en el periódico Mexicano "La Jornada" el 7 de mayo, muestra cómo el Plan Colombia ha beneficiado únicamente a las élites de ese país, y ha tornado su violencia hacia los indígenas y los pobres. Zibechi desmiente el mito sobre el supuesto control que ha imperado en el país desde que Alvaro Uribe llegó a la presidencia. Este análisis es relevante porque el Plan Mérida (formalmente propuesto como Plan México), se ha vendido a los Mexicanos como una forma de alcanzar los beneficios que el Plan Colombia ha traído a este país sudamericano. El presidente mexicano Felipe Calderón se ha erigido en una versión de Alvaro Uribe el mismo al proclamar que “no cejará en su lucha frontal contra los cárteles de la droga.” Lucha que ha traído ya miles de muertos, muchos de ellos inocentes civiles, y una profunda desconfianza en las instituciones por parte de la ciudadanía. Esta desconfianza se vierte sobre todo en el ejército, que al salir a las calles, ha violado garantías individuales y derechos humanos de la gente, disparando y matando a civiles en los retenes militares sin aparente razón, o durante el fuego cruzado contra el crímen organizado.  La ciudadanía Mexicana también ha puesto los cuerpos y los pobres en este régimen de neoliberalismo militar, en el que los únicos que pueden estar confiados en su seguridad, son aquellos que la pueden pagar, con poder, con influencias o con dinero. Allí está el “éxito” del Plan Colombia, allí está el futuro (que ya llegó al presente) del plan Mérida. 

Hacia El fin del uribismo en Colombia
Raúl Zibechi

http://www.jornada.unam.mx/2010/05/07/index.php?section=opinion&article=021a2pol


Si la guerra sucia lanzada por la derecha colombiana no detiene la carrera hacia la presidencia del ex alcalde de Bogotá, Antanas Mockus, lo más probable es que el uribismo esté llegando al fin de su ciclo. Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa del actual gobierno y candidato del presidente Álvaro Uribe, favorito indiscutido hasta hace un par de semanas, ha visto cómo su candidatura se vio rebasada por la “marea verde” de los partidarios de Mockus.
La forma en que se produjo su vertiginoso ascenso muestra que un periodo de la política colombiana se está cerrando. Filósofo y matemático de ascendencia lituana, rector de la Universidad Nacional entre 1990 y 1993, Mockus fue dos veces alcalde de Bogotá, entre 1995 y 1998, cuando renunció para postularse a la presidencia, y luego entre 2001 y 2004. No forma parte de la tradicional y elitista clase política colombiana, aunque fue candidato a la vicepresidencia en 1998 en la fórmula con Noemí Sanín, quien militó en el Partido Conservador.
A principios de abril Mockus tenía apenas 10 por ciento de las intenciones de voto. Un mes después rebasa 40 por ciento, dejando atrás a Santos, que sigue estancado en torno a 30 por ciento. En septiembre de 2009, tres ex alcaldes de Bogotá se adhirieron al Partido Verde: Mockus; Luis Eduardo Garzón, que se retiró del izquierdista Polo Democrático, y Enrique Peñalosa, que proviene del Partido Liberal. El 14 de marzo el Partido Verde (constituido en octubre de 2009 a partir del Partido Verde Opción Centro, que nunca pasó de fuerza política testimonial) realizó elecciones para definir el candidato presidencial. Ganó Mockus, pero unas 900 mil personas participaron en la votación, algo inédito que anticipaba la posterior “marea verde”.
La anterior es apenas la historia formal. Porque la Colombia de abajo viene cambiando aceleradamente y mucho antes de que se modificara el escenario grande. En septiembre y octubre de 2008 confluyeron varias protestas y movilizaciones, rurales y urbanas, pero muy en particular la huelga de 10 mil cortadores de caña en Valle del Cauca con la Minga de los Pueblos lanzada por los indígenas nasas del Cauca, que recorrió parte del país para arribar a Bogotá, donde fue masivamente recibida por la población (ver “La otra Colombia”, La Jornada, 24/10/08). “Algo nuevo se está cocinando en el país”, dijo en ese momento el periodista y escritor Alfredo Molano, una de las voces más críticas y respetadas del país. Fue algo así como un ¡Ya basta! que abrió fisuras en la cultura de la guerra.
Desde 2002, cuando Uribe fue elegido presidente, en momentos en que habían fracasado las negociaciones de paz con las FARC, la población se enfrenta a las consecuencias más nefastas de la política de “seguridad democrática” aplicada bajo el paraguas del Plan Colombia. La pobreza sigue afectando a la mitad de la población: 46 por ciento de los colombianos son pobres y 17 por ciento son indigentes. Cuatro de cada cinco asalariados ganan menos de dos salarios mínimos, 58 por ciento de los trabajadores son informales y el desempleo trepa hasta 13 por ciento, según un amplio informe del periódico Desde Abajo. El sistema de salud se ha colapsado por falta de financiación, y la educación es pésima.
Si la política social del uribismo se reduce al clientelismo, en gran medida porque el régimen aumentó el gasto militar de 4.8 por ciento del PIB en 2002 a 5.6 por ciento en 2010, los beneficios de la “seguridad” son percibidos apenas por las elites y las clases medias altas. Para los indígenas, por ejemplo, los ochos años de Uribe han sido catastróficos: mil 200 muertos, 176 desapariciones forzadas, 187 violaciones sexuales y torturas, 5 mil casos de amenazas y 84 ejecuciones extrajudiciales. Apenas una muestra de lo que supuso el uribismo para los de abajo. A todo ello habría que sumar la corrupción generalizada, los escandalosos “falsos positivos” (asesinatos de civiles inocentes para hacerlos pasar por guerrilleros muertos, con anuencia del gobierno), el trato privilegiado dado a los grupos paramilitares que nunca se desmovilizaron, y la narcopolítica, la conexión entre narcos, paramilitares y el gobierno de Uribe. Ante semejante panorama, no puede sorprender que a los colombianos les preocupe más la pobreza y la corrupción que la lucha contra las FARC.
En este sentido, la candidatura de Mockus representa para la población algo así como un respiro en lo que fue una década terrible de guerra, autoritarismo y temor. Habrá que esperar al 30 de mayo, cuando se celebre la primera vuelta, y sobre todo al balotaje del 20 de junio, para comprobar si la guerra sucia consigue impedir el triunfo del candidato verde, ya que por lo menos en dos ocasiones anteriores el magnicidio frustró expectativas de cambio: en 1989 el liberal Luis Carlos Galán fue muerto en plena campaña electoral; en 1948, el también liberal Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado, lo que dio comienzo a una guerra inconclusa aún. Ambos encarnaban los deseos democratizadores del pueblo colombiano. Días atrás la Comisión Nacional Electoral ordenó retirar las vallas publicitarias en las que se veía a Mockus con los pantalones bajados, rodeado de Rafael Correa, Hugo Chávez y Antonio Cano, comandante de las FARC. En los próximos días puede ser peor.
A favor de Mockus puede decirse que no pertenece a la oligarquía colombiana, como Santos y buena parte de los políticos tradicionales. Sin embargo, bajo su gobierno se mantendrá el Plan Colombia, las bases yanquis no se moverán, el neoliberalismo seguirá gozando de buena salud y los militares continuarán manejando los hilos del país. En cualquier caso, algo habrá cambiado. El inquilino de la Casa de Nariño ya no esgrimirá el estilo patotero y autoritario, rayano en el desprecio, que caracteriza a Uribe. Puede disminuir la tensión con Venezuela y Ecuador, reducir la corrupción y ser menos sumiso con la Casa Blanca. Toda vez que Colombia es una pieza clave en la estrategia de Estados Unidos, los cambios desde arriba prometen ser apenas cosméticos. Sin embargo, para muchos colombianos sería un respiro indispensable.

5/2/10

México: De tanto querer inventar un país, nos estalló en las manos.

Casi no puedo levantarme un día sin pensar en la suerte de México, mi país natal, en donde están la mitad de mis afectos y de mis recuerdos. Hoy mismo, al leer la columna de Thomas Friedman en el New York Times, no dejo de pensar en la velada guerra que se vive entre México y Estados Unidos, y también los extraños paralelismos que esta implica.

Friedman acota que mientras el gobierno de México pide a sus connacionales extremar precauciones al viajar a Arizona, para no ser detenidos por la policía antiinmigrante; a su vez el gobierno estadounidense previene a los suyos de no viajar por el norte de México por miedo a ser baleados por los narcos (o por balas del ejército mexicano, aunque esto último no lo dicen explícitamente). De acuerdo con Friedman, los dos países tienen razones para desconfiar uno del otro, pero siempre y cuando un país consuma la globalización instalando cientos de Walmarts en su territorio (como México), el otro lo hará requiriendo millones de kilos de drogas para consumo en el suyo. Esa es la suerte de la vecindad y una de las principales razones de la desestabilización de México: la extrema pobreza causada por un capitalismo con escasa regulación y la reciente guerra anti-narco. También de forma extraña, estas mismas razones, y los efectos de la oferta y la demanda en el mercado laboral internacional, han provocado una intensa migración de mexicanos a los Estados Unidos a trabajar en producción agrícola y servicios.

Unos días antes, quizá el gobierno de Finlandia, haya pensado en emitir una advertencia a sus ciudadanos para que no viajen al estado de Oaxaca, y menos si van en una caravana por los derechos humanos, como Jyri Jaakkola el finlandés muerto por paramilitares en el poblado de San Juan Copala el pasado 27 de abril. El gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, en una extraña similitud con la gobernadora de Arizona, Jan Brewer a su vez declaró que los extranjeros no tenían nada qué hacer en San Juan Copala sin permiso del gobierno del estado. La declaración de Ruiz implicaba que Jaakkola junto con la caravana humanitaria de cuarenta personas que iba al poblado indígena, se habían buscado su propia suerte. Quizá los migrantes que son aprehendidos por policías en Arizona, mientras esperan en una esquina el "jale" del día, también buscaron su propia suerte. Es un mundo, dirían los ideólogos del mercado, lleno de "choices" (elecciones individuales).  Y siguen los paralelismos.

Hoy mismo, al leer el poema de Juan Gelman "La Mano" de la colección "Salarios del Impío", en donde su adorado invento de país estalla, pensé que tal vez nos había pasado lo mismo a los mexicanos. Quizá podríamos pegar los pedazos que nos quedan, y mirar al mundo a los ojos y continuar, tal vez no tanto como país orgulloso, pero como comunidad política viable. Aquí el poema de Gelman:





La Mano
Juan Gelman

"Inventaba un país con tanto amor 
que estalló en el invento. 
Ahora se lo ve en los circos que pobrean, 
los cerdos neblinosos,
los escondidos en un palo. 
Estaba untado de almas 
y abrigaba las cenizas 
de un soplo que le escarbaba una mujer.

La claridad de sus migajas 
ulceraba a los engaños conversos.
Gritaba "¡muera, muera!" 
a su espanto reunido. 

La sufridera le agachaba los buitres 
que supo conseguir. 
Tenía deseos y sarna de canario. 
Ardía en un fuego que nadie concibió 
y no había tierra ni cielo con la mano."

5/1/10

May Day Rallies in San Diego/Marchas en San Diego por los Derechos de los Inmigrantes


Today we marched for immigrant rights, and opposing legislation in the state of Arizona, which criminalizes immigrants, and divides our society, making it more provincial and less plural. We stand for respect and pluralism. No human being is illegal. 




Some of the signs at the Federal Building rally in San Diego Today May 1st, 2010


Between eight and ten thousand people rallied today in San Diego demanding equal rights for immigrants and the non-criminalization of immigration. 



The American flag and a version of the Mexican flag with the virgin of Guadalupe at the center. Downtown San Diego, CA.